En enero de 2025, la inflación en México se desaceleró, ubicándose en 3.59% anual, el nivel más bajo desde enero de 2021. Esta disminución se alinea con las recientes reducciones en la tasa de interés de referencia por parte del Banco de México, que busca estimular el consumo y la inversión en un contexto de desaceleración económica.
A pesar de la tendencia general a la baja, la inflación subyacente, que excluye los precios de bienes y servicios más volátiles, registró un ligero incremento, pasando de 3.65% en diciembre de 2024 a 3.66% en enero de 2025. Este comportamiento sugiere que, aunque la inflación general muestra signos de moderación, persisten ciertas presiones inflacionarias en componentes clave de la economía.
