La Presidenta Claudia Sheinbaum dejó en claro que México no permitirá injerencias externas tras la decisión de Estados Unidos de clasificar a seis cárteles como terroristas. En respuesta, anunció dos reformas constitucionales para reforzar la soberanía nacional y aplicar la “pena más severa” a extranjeros que intervengan en asuntos del país. Además, la Secretaría de Relaciones Exteriores ampliará la demanda contra fabricantes y vendedores de armas en EE.UU., acusándolos de ser cómplices del problema.
Sheinbaum subrayó que la colaboración con Estados Unidos en la lucha contra el crimen organizado seguirá, pero sin aceptar imposiciones ni acciones que vulneren la soberanía nacional. “Ellos pueden ponerles el nombre que decidan, pero con México es colaboración y coordinación, nunca subordinación, no injerencismo y menos invasión”, sentenció. Desde Palacio Nacional, reiteró que el combate al narcotráfico debe darse bajo principios de cooperación mutua, sin permitir que la postura de Washington se convierta en una excusa para intervenciones en el país.
