El primer ministro de Portugal, Luís Montenegro, se enfrenta a una de las mayores crisis políticas de su mandato, con la segunda moción de censura en solo dos semanas, impulsada por el Partido Comunista de Portugal (PCP). Aunque la medida tiene pocas probabilidades de éxito, el desgaste de su gobierno de centroderecha en minoría parlamentaria es evidente.
La crisis estalló tras revelaciones sobre la empresa Spinumviva, fundada por Montenegro y luego transferida a su esposa e hijos, la cual recibió pagos de 4,500 euros mensuales de Solverde, una compañía con contratos pendientes con el Ministerio de Economía. Aunque el primer ministro ha negado cualquier conflicto de interés, la controversia sigue creciendo. El Partido Socialista, principal opositor, aún no impulsa su propia moción de censura, pero ha solicitado una comisión de investigación que podría complicar aún más la situación del gobierno.
