En un cambio histórico, los partidos democristianos CDU/CSU y los socialdemócratas SPD han acordado relajar el freno a la deuda en Alemania, una medida que hasta hace unos días parecía impensable. La decisión responde a la creciente necesidad de inversión en defensa, infraestructura y economía, en un contexto marcado por la guerra en Ucrania y tensiones comerciales con EE.UU.
El líder de la CDU, Friedrich Merz, justificó la decisión afirmando que “tiempos extraordinarios requieren medidas extraordinarias”, mientras que sectores más conservadores dentro de su partido, como la Unión de Jóvenes (JU), critican que esto compromete la sostenibilidad financiera y la justicia intergeneracional. La medida supone una victoria para el canciller Olaf Scholz, quien había insistido sin éxito en la necesidad de flexibilizar el endeudamiento, pero deja en el aire el futuro de las negociaciones en migración, economía y pensiones, donde la CDU buscará imponer su visión.